“Sola y eterna, tierra de arados, de sementeras y de olivar, mil veces regada con sudores de hombres, con cuidados, con maldiciones, con desesperaciones de hombres, hermosura diaria, espejo y descanso nuestro.”

José Antonio Muñoz Rojas (Antequera, 9 de octubre de 1909 – Mollina, 29 de septiembre de 2009), poeta y narrador antequerano, nos adornaba así esta tierra eterna en su libro de poema en prosa Las cosas del campo (1951).